Desde el enfoque de un cosmopolitismo político más que moral, Pauline Kleingeld señala en el artículo “Kant´s Cosmopolitan Law: World Citizenship for a Global Order” (1998), la importancia en la teoría política de Kant del estatus de los individuos bajo el derecho cosmopolita (Cosmopolitan law, Weltbürgerrecht), la tercera categoría del derecho público en su teoría política (usualmente desatendida en los estudios relativos al tema), así como la relevancia de tal categoría para la construcción de un orden global justo. En primer lugar, la autora analiza la visión de Kant en cuanto la dirección, contenido y justificación del derecho cosmopolita. Posteriormente, distingue el derecho internacional del derecho cosmopolita, defendiendo la posibilidad de que éste último puede ser institucionalizado por lo menos en un grado, sin aceptar por ello la tesis de un gobierno o república mundial. En el ámbito de la institucionalización del derecho cosmopolita surgen dos cuestiones: la primera tiene que ver con el tema de su aplicación y vigencia, lo que implica ir más allá de la posición misma de Kant, quien apostó por la idea de un cosmopolitismo débil o tenue, por la idea de una confederación débil de Estados, antes que por la propuesta de un gobierno trasnacional con poder de coerción. Kleingeld señala que los desarrollos en el derecho internacional durante el siglo XX permiten ir más lejos que la postura misma de Kant, ya que se han dado grandes pasos como la designación de los seres humanos individuales como sujetos del derecho internacional. La tesis de Kleingeld es que el derecho internacional incluye actualmente la categoría de derechos que Kant comprendió bajo el título de derecho cosmopolita. Aunado a los acuerdos internacionales entre Estados y sus ciudadanos, han surgido acuerdos en los que se considera a los individuos en el ámbito internacional como individuos con derechos y responsabilidades.
José Lira, septiembre, 2013.
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