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Salvador Dalí, Modern Rhapsody - The Seven Arts, 1957 |
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término posmodernidad ha generado un debate
caleidoscópico que comprende campos que van desde la literatura, pintura, arquitectura,
música y cine, es decir, el campo estético, hasta el filosófico, científico y
sociopolítico. Este debate ha sido comparado con un dibujo encriptado (Wellmer, 1993:52) y con un puzle (Lyon, 2005:33).[1]
No es la intención, ni el espacio lo permite, abarcar en su totalidad un debate
tan extenso como comprensivo, que abarca tan diversas disciplinas, y en del
cual se ha vertido un auténtico río de tinta. David Lyon, en su obra Posmodernidad (2005), afirma que intenta lo imposible: exponer brevemente
qué es la posmodernidad, precaución que retomamos aquí.
La
intención es introducirnos, en términos generales, al contexto en el cual este
debate surge para analizar las principales definiciones y caracterizaciones del
pensamiento posmoderno. Considero esencial analizar los conceptos de tres de
los principales exponentes de esta corriente: Jean-François Lyotard, Gianni
Vattimo y Fredric Jameson. El propósito es construir un concepto de posmodernidad con el fin de emplearlo en este estudio,
intentando con ello evitar la ambigüedad o su entendimiento desde los diversos
significados y caracterizaciones que puede tener en función de la corriente o disciplina
en que se le interprete. No obstante, este estudio no se llevará cabo desde la
perspectiva de construir una síntesis
de las estrategias o teorías
posmodernas, cuestión extremadamente difícil e incluso muy probablemente
imposible, en función de las paradojas, contradicciones y antinomias dentro del
pensamiento posmoderno.[2]